El Cuidado de los Ojos
- Vionette Estrada Vega
- 18 abr 2016
- 1 Min. de lectura

El ojo es uno de los principales órganos de nuestro gato, una estructura altamente especializada que debe ser cuidada adecuadamente para que ejerza de forma correcta su función. Una de las primeras cosas que hacen la inmensa mayoría de los humanos al despertarse, por no decir la práctica totalidad, es “desperezar” los ojos con un suave frotamiento de los mismos con diversas partes de nuestras manos. Con ese instintivo proceder retiramos las secreciones (“legañas”) sedimentadas en el transcurso de la noche. Nuestros gatos, por mucho que lo intentemos, ni acudiendo al etólogo más experimentado, jamás llegarán a realizar de la misma forma ese instintivo comportamiento higiénico “mañanero”. Nuestro felino se atusa, pasa sus manos humedecidas con saliva por su cara pero, en tal acción, no consigue retirar las secreciones oculares; en el caso de algunos felinos de nariz muy corta (muy chatos) y abundante pelaje (los Persas, por ejemplo), si el propietario no se preocupa de su higiene ocular, las legañas, junto con el pelo de la zona, acaban formando “importantes estructuras” que no es que dificulten la visión (aunque se han dado casos) pero sí provocan alteraciones dermatológicas de diversa intensidad. Los ojos del gato deben se limpiados diariamente, lo cual no quiere decir que debamos realizar una profunda labor higiénica pero sí, al menos, su valoración y revisión diaria.
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